Francisco Sosa Grandón*
Escribir es una actividad intelectual porque
supone reflexión y meditación. Ergo, escribir relatos informativos, la
actividad cotidiana de los periodistas, también lo es. La escritura de entradas
directas, primeros párrafos o “leads”, sin embargo, merece especial atención
porque implica la reconstrucción/recreación del elemento esencial de la
noticia.
En esta coyuntura política tan complicada que
vive Bolivia, en la que diversos actores políticos pretenden influir sobre los
periodistas o los critican por el contenido y la forma de algunos de sus
relatos, llamar la atención sobre la construcción del primer párrafo constituye
una tarea ineludible, pues tiene que ver con la resolución de problemas
profesionales.
José Luis Martínez Albertos y Luisa Santamaría
Suárez (Manual de Estilo, 1993: 112), pese a las críticas que recibe esta
técnica, insisten en que “el lead sigue teniendo una importancia básica en el
trabajo de los profesionales de la prensa escrita” porque sitúa a los lectores en
las coordenadas esenciales de la noticia y porque obliga a los periodistas “a
disciplinar su pensamiento y a proceder de acuerdo con un orden lógico”. Dicho
de otro modo, facilita la lectura y ayuda a organizar el relato informativo.
Los periodistas mexicanos José Luis Benavides
Ledesma y Carlos Quintero Herrera (Escribir en Prensa, 1997: 111) explican que,
antes de escribir una buena entrada, los periodistas deben aprender primero a
reconocer lo noticioso. “Las entradas que no destacan lo noticioso –los
detalles más interesantes e importantes– no sirven, independientemente de lo
bien escritas que estén”, afirman.
Las famosas preguntas implican identificar
con claridad al actor de la acción (sujeto de la oración): QUIÉN; la acción
misma (el verbo conjugado más el objeto directo y el objeto indirecto): QUÉ; el
tiempo en el que se desarrolla la acción (circunstancial de tiempo): CUÁNDO; el
lugar donde se desarrolla la acción (circunstancial de lugar): DÓNDE; el modo en
el que se desarrolla la acción (circunstancial de modo): CÓMO; y la causa de la
acción (una proposición coordinada causal, las más de las veces): POR QUÉ.
Los expertos aseguran que solamente hay que
responder, con el objetivo de reconstruir un hecho, la cantidad suficiente y
necesaria de preguntas. Benavides Ledesma y Quintero Herrera (: 112) explican: “Hoy
los leads se concentran en contestar a las preguntas más importantes de las
seis, que variará según cada caso. Esto requiere, por parte del periodista, una
labor de análisis y de síntesis...”. Por lo tanto, hay que buscar un equilibrio
entre la sensibilidad del periodista, es decir, su capacidad para identificar
la noticia y la técnica de escritura, que supone conocimientos básicos de
gramática castellana.
Álex Grijelmo (El estilo del periodista, 2002:
159), sobre los conocimientos previos que requieren los periodistas para
escribir relatos, asegura: “He comprobado con exhaustividad que muchos
periodistas, incluso los recién llegados, desprecian la gramática; y que son
exactamente los mismos que la desconocen. Por su parte, quienes saben las
reglas del lenguaje coinciden fielmente con los que más brillantemente
escriben. Y no me refiero a esos conocimientos teóricos, filológicos,
lexicográficos... que muchos consideran aburridos. Hablo del genio del idioma,
del armazón interno que tiene nuestra lengua y que nos atrapa con la suavidad y
la fuerza de un panda gigante”.
Los periodistas, por su compromiso con los
lectores, tienen la obligación profesional –aun sabiendo que existen otras
opciones de escritura– de cultivar la técnica del lead porque, afirman Martínez
Albertos y Santamaría Suárez (: 114), “[…] permite utilizar procedimientos
retóricos que garantizan la observación y la transmisión más completa posible
de un hecho que se desea convertir en noticia”.
El Observatorio Nacional de Medios ha
identificado faltas técnicas virtualmente en todos los medios, pero
específicamente en los noticieros de televisión, cuando éstos pretender
reconstruir, es decir, informar (dar forma) sobre alguno de los acontecimientos
que se producen en la caliente coyuntura política que vive Bolivia.
Estos defectos técnicos (“narrar” en tiempo
futuro o en modo subjuntivo, utilizar excesivamente la voz verbal pasiva, iniciar
el lead con una cita, reproducir citas sin identificar fuentes, por nombrar
algunos) menoscaban el trabajo periodístico y, lo más importante, complican la
lectura de los relatos y distorsionan el mensaje, que –en alguno de los casos–
deja de ser informativo y deriva en comentario.
Visto así el asunto y considerando la
importancia que tiene para el Periodismo Informativo, los medios –organizando talleres
internos de análisis de consistencia de las noticias que ponen en la agenda
pública– y las carreras de Comunicación Social –facilitando el aprendizaje de
la solución de problemas profesionales relativos a redacción de una nota
informativa– tienen la misión de promover la calidad profesional de los
redactores.
La escritura de relatos informativos, la
piedra angular del Periodismo, constituye una actividad intelectual cuyo
aprendizaje exige escuela, método, disciplina y práctica profesionales.
El
autor es periodista y docente universitario.
Comentario
publicado por el Observatorio Nacional de Medios el 07 de diciembre de 2013.
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