Los contratos del Juan XXIII

 Los contratos del Juan XXIII

Frontis del campus de Villa Granado.

Fe y Alegría y la Compañía de Jesús persisten en su intención de vender el patrimonio del Juan XXIII un colegio que el sacerdote belga diocesano Enrique Coenraest creó en 1964. Sus mandantes, imperturbables, ignoran los mensajes del Directorio de los exalumnos (ASIA-J23) cuyos miembros se oponen a esta transacción comercial y reclaman explicaciones.

Dos documentos pueden ayudarnos a comprender este asunto:

Primero: el “Testimonio Protocolar de Entrega de la Infraestructura del Colegio Juan XXIII a Fe y Alegría” que fue firmado el 25 de octubre de 1971 entre Andrez Enrique Coenraest Jacquelott, Fundador, Director y único Personero Legal del Colegio Juan XXIII, y Humberto Portocarrero, Director Nacional de Fe y Alegría.

Página 1 del primer contrato.

Página 2 del primer contrato.
Segundo: el “Contrato entre Fe y Alegría y la Compañía de Jesús acerca del Centro Juan XXIII de Cochabamba” que fue rubricado el 26 de diciembre de 1984 entre Jorge Trías, Provincial de la Compañía de Jesús, y Víctor Blajot, Director Nacional de Fe y Alegría.

Página 1 del segundo contrato.

Página 2 del segundo contrato.
Un exalumno y asesor de ASIA-J23, José Samir Makaren Chávez, de la promoción 1972, llama la atención sobre dos cláusulas del primer documento: la tercera y la cuarta:

Reproduzco la tercera: “Al presente con objeto de asegurar permanencia, estabilidad y conducción responsable a la obra del Colegio Juan XXIII, a fin de que siga cumpliendo el objetivo de su creación, yo el P. Andrez Enrique Coenraest Jacquelott, en mi calidad de fundador, Director y único personero legal del expresado establecimiento educativo, de mi libre voluntad he decidido entregarlo como en efecto lo entrego mediante este instrumento, a la Dirección Nacional de Fe y Alegría para que en adelante conduzca la obra del Colegio Internado, dentro del mismo espíritu con que fue iniciada, bajo las condiciones siguientes:”, el subrayado es de Samir, quien también resalta el inciso e): “Proceder a cambiar la estructura actual de desenvolvimiento del plantel, formando a los educandos con el sentido de responsabilidad que les conduzca a mantener ellos, en el futuro, el establecimiento en que se educaron”.

El asesor de ASIA-J23 considera esencial la cuarta cláusula: “Es condición ineludible para la entrega y consiguiente cesión perpetua que hago del Colegio Internado Juan XXIII, con la totalidad de sus bienes inmuebles y muebles, que constan del Inventario adjunto que se considera parte de la escritura, a favor de la Dirección Nacional de Fe y Alegría representada por su Director Nacional Hno. Humberto Portocarrero S.J. que no se cambie el fin fundamental que determinó su creación, esto es, “formar bachilleres económicos para que el país pueda aprovechar sus talentos en pro del bienestar de la sociedad”. Bajo esa condición fundamental y las demás accesorias que constan en esta minuta, yo el P. André Enrique Coenraest Jacquelott, declaro y reconozco en adelante pleno dominio a la Dirección Nacional de Fe y Alegría, sobre el Colegio Internado Juan XXIII de esta ciudad con todos sus accesorios”.

Del contrato entre Fe y Alegría y la Compañía de Jesús, Samir destaca el inciso a de la cuarta cláusula: “La Compañía de Jesús se compromete: a) A cumplir las condiciones que el P. Coenraest impuso al ceder el Colegio a Fe y Alegría y que están consignadas en la Escritura de 1971 y en otra posterior de 1976”.

Por estos antecedentes, Samir considera que “se puede verificar que Fe y Alegría y la Compañía de Jesús deben cumplir ineludiblemente las condiciones impuestas por el P. Enrique”. Añade: “Además, se deja claramente establecido que, en el futuro [es decir, hoy], deben ser los EX-ALUMNOS los que se hagan cargo de la institución que los educó”.

Samir Makaren con Rosa Lenny Cuéllar y Yalile Uriarte, ambas del Directorio ASIA J23.

Increíblemente, ante nuestros ojos y por nuestra pasividad, los directores del colegio Juan XXIII desde hace 30 años, específicamente desde la gestión de Francisco Pifarré, hoy director Nacional de Fe y Alegría, van a contra ruta de ambos contratos. Una muestra es que -lo ha informado Edwin Alvarado en el encuentro de noviembre pasado- aprovechando la emergencia de la pandemia del COVID-19, el actual director ha despedido al último exalumno que contribuía a la obra de Enrique Coenraest.

El Directorio de ASIA-J23 enfrenta la misión de solicitar a Fe y Alegría y la Compañía de Jesús (es difícil diferenciar ambas instituciones, son el mismo misionero con diferente sotana) una evaluación e, incluso, una auditoría de ambos contratos para que, con la mayor transparencia, establezcamos si su intención de venta de los predios de Villa Granado (Coña Coña) y Cocaraya (Sipe Sipe) es legítima y legal.

La intención de la Comunidad Juan XXIII es mantener y proyectar los principios educativos esenciales de la obra de Enrique Coenraest para beneficio de los sectores empobrecidos de Bolivia.

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