“Dos
disparos al amanecer” retumban en Bolivia
Setenta
y nueve años después de la muerte de Germán Busch, “Dos disparos al amanecer”
retumban todavía en la memoria de los bolivianos. El periodista e historiador
Robert Brockmann reconstruye la madrugada del 23 de agosto de 1939 cuando el héroe
de guerra y presidente aprieta dos veces el gatillo de su Colt calibre 32 para,
al apagar su vida, encender en el imaginario colectivo el dramático devenir político
de este país.
Brockmann
presentó el primero de junio del año pasado Dos
disparos al amanecer. Vida y muerte de Germán Busch, una biografía que –a
lo largo de 364 páginas– reconstruye la efímera, intensa e impulsiva vida del
teniente coronel Víctor Germán Busch Becerra, quien con sus decisiones y
acciones delineó, sin proponérselo, la azarosa vida política boliviana. Dos
ediciones, la primera de junio de 2017 y la segunda de dos meses después,
certifican el éxito de la obra por su ágil manejo del lenguaje, historiográfico
y periodístico por la precisión de los datos y literario por su prosa amena.
El
propio autor, en su web (robertbrockmann.com), sintetiza su obra de 27
capítulos cronológicos: “Explora los orígenes familiares de Víctor Germán Busch
Becerra en Alemania y en el oriente boliviano y esclarece su fecha y lugar de
nacimiento y respalda con solidez su muerte, por propia mano. A pesar de haber
muerto a unos juveniles 36 años, Germán Busch vivió varias vidas: fue un niño
de la selva; un estudiante rebelde y abanderado de causas justas en el Colegio
Militar. […] Se convirtió en uno de los máximos héroes de la Guerra del Chaco. […]
Terminada la guerra, […], derrocó al presidente José Luis Tejada Sorzano y le
entregó el poder a un muy reticente coronel David Toro. Decepcionado por Toro,
Busch decidió tomar el poder para sí en julio de 1937”.
Más
allá de los debates que ha generado sobre el lugar de nacimiento, la
aproximación al Tercer Reich, la sutil ayuda al empresario minero Mauricio
Hochschild para que trasladara a Bolivia a miles de judíos europeos que huían
del nazismo y las teorías conspirativas sobre la muerte del personaje del texto,
la obra de Brockmann permite comprender, describe Jorge Patiño Sarcinelli (uno
de los comentaristas de su presentación), mediante la vida de “un camba tosco y
sentimental, de educación rudimentaria y no muchas luces, políticamente
ingenuo”, la propia existencia de Bolivia, cuya gente respira política.
Bastaría
la aprobación de la Constitución Política del Estado de 1938 y la promulgación de
la espléndida Ley General del Trabajo de aquel año para averiguar quién era
Germán Busch. Su mayor contribución, empero, fue el decreto del 7 de junio de
1939 que disponía la retención del cien por ciento de las divisas por las
exportaciones mineras. Precisamente su inmediata derogación, tras la
desaparición de Busch, sembró en la conciencia de los bolivianos la idea de
que, y lo afirma Brockmann, los recursos naturales pertenecen a todos los
bolivianos. Esta consigna retomada por el actual Estado Plurinacional, aunque
sus dirigentes la traicionen solapadamente, resiste incluso a “dos disparos al
amanecer”.
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BROCKMANN,
Robert. Dos disparos al amanecer, Vida y muerte de Germán Busch. Plural
Editores, segunda edición, La Paz, agosto de 2017.
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