Insumos para una tuitcrónica


Rebeldía encadenada

I. REBELDÍA

- Tarata, convento de los monjes franciscanos de claustro, la oración alimenta la iniciativa y la creatividad de los jóvenes.

- Cadena ha incubado rencor en ellos.

- Sin mayor explicación, les ha negado elegir el nombre de su promoción, simplemente les impide dejar huella, como sueñan.

- Les ha impuesto también los colores y el modelo de su casaca conmemorativa. No podrán lucirla los días viernes. La tradición desfallece.

- Extrañan no haber pintado un mural en el patio central del colegio convento.

- Madura la semilla rebelde.

- Deciden sorprender al orden establecido durante el festival de danzas folklóricas: Exhibirán una rutina de Shakira. Waka Waka tras Waka Waka.

- La canción oficial del mundial de Sudáfrica 2010 resuena en sus mentes. “Waka Waka quieren, Waka Waka tendrán”, se animan mutuamente.

- Ignoran a Cadena: Ensayan con pasión.

II. FESTIVAL

- Viernes 5 de octubre por la noche, el público colma las graderías del coliseo, el colegio convento respira folclor.

- Los papás pagan para ver bailar a sus hijos, cuyos disfraces multicolores pesan entre 50 y 100 bolivianos.

- Un amplificador, con voz de cura concupiscente, dicta las normas de conducta.

- Desfilan por la plataforma morenos, diablos, tinkus, chaqueños, chapacos…

- La soberbia de sus trajes y la dulce música andina alegran la noche.

- El público disfruta. Desconoce la decisión de las mandantes de Cadena.

- Los jóvenes, ataviados con trajes altiplánicos, agazapados esperan su turno debajo la gradería norte.

- El amplificador anuncia: “Ahora, querido público, los alumnos de la promoción nos deleitarán con una danza ganadera de La Paz: Waka Waka, ¡aplausos de los presentes y ausentes!”

- Kusillos saltarines, toreros emperifollados, cholas lecheras con diez polleras y toros incontrolables escenifican un sacrificio.

III. SORPRESA

- El amplificador, simulando el tono de presentador de Factor X, clausura apresuradamente el festival: “Así, señorasss y señoresss, respetableee públicoo, concluimos este espectacular festival de danzas folclóricas, ¡aplausosss de los presentesss y ausentesss!”

- Los jóvenes ágilmente trocan su indumentaria.

- La líder del movimiento agita sus manos contradiciendo al amplificador.

- El público comprende que el festival continúa, ningunea al amplificador.

- Los waka waka transformados ocupan su espacio en la plataforma, se convierten en guerreros.

- Las tribunas claman: “¡Músicaaa! ¡Músicaaa! ¡Músicaaa!”

- Cadena, atrincherada en la sala de controles, ordena: “¡Nada de sonido! ¡Apague el equipo!” Se impone.

- La melodía de la danza de Shakira fluye en sus mentes, los jóvenes bailan a capela, transpiran rebeldía, cierran sus ojos, sueñan.

- Sus progenitores los respaldan incondicionalmente…, concluye la danza del desacato.

IV. INDIGNACIÓN

- Los rebeldes saltan y se abrazan en el centro de la plataforma. Los fotógrafos capturan el presente.

- La mayoría de las doncellas llora de bronca, el carmín verde de sus ojos se desfigura.

- Los mozos profieren insultos inaudibles, se enfrentan a la verdad consagrada.

- Cadena se esconde, todos la buscan. Sus subordinados apenas balbucean, intentan justificar lo innombrable.

- Los operadores del desaire huyen. Dos cínicas monjas, cual pingüinos en celo, salen del recinto con caretas de sonrisa. La gente indignada las increpa.

- Un festival de la alegría muta en velatorio de iniciativas juveniles.

- Furiosos padres de familia imploran justicia. El dios del colegio convento los observa impávido.

- Los rebeldes recuperan la cordura, una inesperada paz interior recorre sus cuerpos.

- Comprenden que lograron su misión: Dejan huella. Cadena disfraza su derrota, se convierte en zombi.

FIN

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